Antológica
Una primera etapa
Informalismo gestual, 1979 -1988
Una segunda etapa
Una segunda etapa, con un informalismo más matérico,1988-1997
Una tercera etapa
Tercera etapa, el horror vacui y el texto presente en su obra, desde 1998 hasta la primera década del siglo XXI.
Escultura
Las tres dimensiones se quedan cortas en Dora, su escultura aporta una cuarta dimensión.
Conocer a Dora fue un antes y un después en mi vida, acababa de conocer el Arte personificado,una persona que atrapaba por su verbo, su genialidad, su espontaneidad....Sus manos en el barro amasaban sus pensamientos, les daba forma como toreros, meninas, personajes de grandes manos, grotescas pero expresivas, exageradas pero cargadas de sentimiento, sus sabias palabras se mezclaban con la chamota del barro refractario, sus historias divertidas salpicaban el espacio dando ritmo a esas clases que no eran tales, si no charlas entre amigos en busca de una linea artística en cada uno de nosotros....Si algo emanaba Dora era genialidad, expresividad, movimiento... Arte en estado puro. La vida fluía del barro como por arte de magia, sus mezclas de engobes y esmaltes se convertían bajo su influjo en fórmulas magistrales dignas del mejor alquimista, de las que bajo la complicidad del fuego surgían magníficas obras capaces de emocionar a cualquiera. Dora es imposible de encasillar, pues no hay una casilla capaz de albergar su arte... es pop-art ?, es expresionismo?, es Figuración Cabopalera...?, Dora es todo y nada a la vez, su obra no puede entenderse sin conocerla, pues entra en simbiosis perfecta obra autor, sin tomarte un vino con ella no puedes entrar en comunión con su creatividad. Las tres dimensiones se quedan cortas en Dora, su escultura aporta una cuarta dimensión, su vitalidad creativa te salpica en la cara ante sus obras como un rompeolas. Sus toreros de chorreras esmaltadas y picarón gesto que arrancan tu sonrisa, sus gordas de voluminosos traseros rebosantes de sensualidad, invitando a tocar sus voluptuosas formas cargadas de un inigualable erotismo. Los títulos de sus obras merecen una especial mención, son tan sinceros como irreverentes, tan desnudos y geniales como las obras a las que dan cobijo. Su escultura visceral y salvaje como ella misma ha hecho escuela, fue la madre que engendró a una nueva generación de artistas cartageneros entre los cuales tengo el placer de hallarme, con estilos distintos pero con su marchamo inconfundible, así me siento, orgulloso de su Luz que fue faro y guía en Cartagena y que abrió camino frente al centralismo artístico de la capital, ella rompió moldes frente a ello. Es generosa y excesiva en su vida como en su obra, merece DORA de todo lo mejor, posee DORA de una vitalidad creativa a desarrollar, diseño, literatura, cocina IN-previsible.... Capaz de lidiar con su José Tomas particular, da un capotazo a la vida y no nos hagas prescindir de tu genialidad creativa, por favor continúa dando rienda suelta a tu imaginación y permítenos soñar contigo en tus cuatro dimensiones repletas de arte y glamour.
Fernando Plácido Sáenz de Elorrieta
Abrazo I y Abrazo II. 1997/98
Barro refracrario con engobe 40x17x13 cm